13 de diciembre de 2013

Joy, grace, youth

Un brazo la rodea desde la espalda hasta el finito del ombligo. Las piernas se entrelazan formando un peligroso nudo de caricias. Siente el aliento en la nuca y una mano desde el otro lado de la almohada quitando un mechón de pelo y pasando delicadamente las yemas de los dedos desde la frente, por las rosadas mejillas y acabando por asentarse en el pecho. El corazón aminora la marcha y se asienta a un ritmo que va a la par con el suyo. La brisa avanza lenta entre las cortinas y arrulla los cuerpos recostados. Por las pequeñas fisuras de tela asoman tímidamente los primeros rayos de sol. 
Todo está tranquilo, calmado, se oye afuera la vida, cómo va despertando, pero mientras, en su refugio particular hecho de blancas sabanas, solo se oyen dos latidos, se dibujan dos sonrisas. Están en su planeta, abastecidos de besos, regados por el goce y cuyo sol principal es la mirada en la cual ella se pierde cada noche y la luna, con la que despierta en cada amanecer.

10 de diciembre de 2013

Feeling good

No está mal sentir cómo te abandona el agónico sentimiento para dar cobijo de nuevo a las eternas causantes del cosquilleo "estomacal". Sabiendo que ya no es un absurdo para siempre, sino algo temporal, pero ya es un pequeño rayo de luz que empieza a socavar gratamente mi interior. Aquello que parecía inalcanzable e irrealizable empieza a tomar nueva forma en mi mente y las cadenas de una nueva esperanza pasada, hace tiempo que se han ido aflojando hasta casi su total destrucción.
El camino aún es largo, pero complace saber que al menos ya es un camino nuevo, sin pasos ajenos, sin huellas pisadas dos veces, sin sombríos bosques de arboles anclados en tierra de rencor, con raíces sucumbidas en nostálgicos recuerdos de ingenuidad e inmadurez.
No es un nuevo amanecer, pues el día trae consigo los problemas, sino un nuevo atardecer, donde todos los problemas mundanos se recuestan y el bullicio mañanero se convierte en calma y ganas de vivir. Es una nueva noche, una nueva luna llena... y me siento bien.


3 de diciembre de 2013

Que si...

Si muero hoy quiero que sepas,
que vivir la vida es un regalo
no es una mera frase hecha con letras,
es la mejor experiencia que tendrá el ser humano.

Verás, te explico el porqué, brevemente 
quiero que por ti mismo, sepas el resto.

Para empezar tu traje, el cuerpo humano
sin duda, lo más misterioso que jamás llevarás puesto.
La piel, con caricias, estimulará tu sonrisa;
el oído, con música, estremecerá tu cuerpo, erizando tu sentimiento;
la lengua, con comida, en tu boca provocará un auténtico orgasmo 
                                                y... ¿un orgasmo?
lo sabrás cuando llegues, para esto no hay prisa.
Pero ne te avergüences cuando te enteres
es algo mágico, si lo tienes con aquel a quién quieres.
Y hablando de querer, no intentes comprenderlo
el amor es libre, caprichoso, jodido e infiel,
te corroe por dentro dejando ilusiones.
Te hablarán de Romeo & Juliett,
pero en la vida real, más que de furtivas escapadas,
                                  te llenarás de decepciones.
Mas no decaigas en el intento, puesto que un día llegará
pura y fiel tu otra alma
con la que todo más fácil, en tu camino será
Escasas advertencias me quedan por darte,
lucha, rebelate, no cedas jamás.
Vive tu manera de cómo quieres vivir la vida,
rendirse es un error, rendirse equivale a la muerte prematura,
no te sometas a nada, las reglas son tretas
un disfraz, que en verdad camufla una dictadura.

Lee, viaja, aprende, curiosea, descubre, indaga, ama; PONTE METAS.

Que si muero hoy... todo esto quiero que sepas,
un prefacio frágil, previa tu venida.

Aprovecha, aprovecha, no estés equivocado
si la pifias una vez, no habrá otra salida
y tomar un mal camino, una noche te llevará
                               a escribir sin ver cabida,
que si muero hoy... mozo, solo hay una vida.


28 de noviembre de 2013

NV

Llueve. Me despierto a las seis y media de la mañana. Noviembre. En media hora amanece. El frío escarcha los cristales y el cielo desaparece bajo la neblina. La calle está tranquila, iluminada por un escaso sol aún naciente, apacible la calle. La casa está en silencio, por fin serena. Lo que me despierta es una música, lenta, suave, sutil, acompasada al leve latido de mi corazón mañanero. Bajo las mantas es un mundo aparte, caliente, tan caliente que no te deja salir al vasto frío. No hay otra manera de la que quisiese pasar el resto del día, del brazo en mi cama con mi egoísmo, afable, una taza que me caliente las manos y esa preciosa melodía calmando el cuarto. Llega noviembre y solo quiero el frío, la escarcha, dias semioscuros, noches blancas y mi burbuja inquebrantable.

9 de octubre de 2013

Remember, remember the fifth of November...

Definitivamente la sociedad está corrompida.
Nos tragamos a palo seco todo lo que nos escupen por la televisión y dudamos de los escritos antiguos por que ciertas personas nos dicen que no son así, que la mentalidad ha cambiado y no debemos ceñirnos a la divagación de un mundo perfecto escrito por cuatro mojigatos. Y nos lo dicen las mismas personas que nos ofrecen la alternativa mentalidad que.... no ha cambiado en si, sino que nosotros la fuimos cambiando a nuestro antojo.
La tecnología manda, la comodidad reina y el caos hace tiempo que tomó control de nuestros actos.
¿Porqué permitimos todo esto? ¿Acaso la humanidad no se ha desmoronado demasiadas veces como para que aprendamos? Más que dicho, esto tiene que ser ya una Ley, el ser humano siempre se tropieza tres veces con la misma piedra. Siempre lo hará. Y la naturaleza lo seguirá permitiendo. Es un experimento que hace con nosotros para ver hacia donde vamos, dónde estará el límite...cuándo nos daremos cuenta. Y no nos la damos.
La naturaleza nos ha regalado mentes privilegiadas que no deben de omitirse en ningún caso, no deben olvidarse, nos las ha regalado para que tomemos conciencia de que aquí, no mandamos.
La evolución no siempre va a mejor, y lo que tiene que ayudarnos a acortar distancias, está sustituyendo a seres humanos.
Nunca me cansaré de repetirlo. Coge un libro, vete a mirar el mundo que te rodea, cállate, escucha, mira y sobre todo; Piensa.

10 de septiembre de 2013

No one of us knew that...

¿Sientes cómo caen las gotas? Retumban en el silencio de una bañera medio vacía y hacen eco por el resto del cuarto. Una resbala por mi pierna y cae de nuevo en el agua.
Son las últimas afortunadas de tocar mi piel antes de que me marche. Antes de que todo se vaya por el desagüe. 
Te miro por el espejo, y él guarda el último reflejo que verás de mi. Y ninguno de los dos lo sabe.
Mi último beso... siempre será tuyo, pero los siguientes, ya no te pertenecerán.

No eres tú. Tampoco soy yo. Ni este año, ni esta ciudad. La fortuna inventa nuestra vida y el destino las escribe en su papiro, y bien caprichoso que es, pues si no quiere juntarnos, no lo haremos ni en esta vida ni después. Fueron muchos los intentos y escasas las victorias. No tiene que ser así y no va a ser así, por mucho que de noche solo hable a mi almohada de ti. 

¿Sientes cómo caen las gotas? Soy yo, siempre estaré ahí, siempre cuando te sientes allí, la última vez que resbalaste por mi piel y mi reflejo estuvo cerca de ti.

7 de agosto de 2013

Shadows, again

Como oí en una película hace tiempo, todos compartimos el mismo destino, la muerte, algo macabro pero tristemente cierto.


La visión de la muerte ha cambiado durante nuestra existencia, desde los paleolíticos que a duras penas tendrían conocimiento de causa del porqué sus semejantes dejaban de respirar, pasando por el pensamiento filosófico griego, la creencia en la vida después de la muerte de los grandes egipcios, hasta el día de hoy. Has estudiado todos y cada uno de ellos, te han ofrecido en bandeja de plata sus teorías kantianas, epicúreas... Sin embargo, nadie te ha enseñado como enfrentarse a la muerte real.

Tantas clases lógicas al fin y al acabo, solo sirven de ayuda para que divagues en tu mente sobria, lo que divagarias estando hasta los huesos de marihuana o éxtasis. A ninguno de nosotros nos han enseñado cómo plantarle cara a nuestro destino en común, cuando viene a quitarte antes de tiempo aquellos que más falta te hacen. Me hubiese hecho más bien una clase psicológica, que cualquier matemática. No nos preparan para el mundo de hoy, que gira tan deprisa que hasta no tienes tiempo de atragantarte y ya te viene el cuarto bocado.
- Chicos, un día de estos, alguien de vuestro entorno morirá, es inevitable, pero superable. Hablemos de ello.
Pero es utópico. Nadie te daría una clase así, la muerte, el sexo, las drogas, los sobornos, la mentira... son temas tabú que todos esquivan "diplomaticamente" dándonos gilipolleces en formas de suficientes y sobresalientes.
A veces me preguntan si estoy loca o tengo una vida de mierda por hablar y escribir tanto acerca de la muerte. Nada de eso. La simple razón es porque nadie habla de ello. Lo pintan tan bonito, amor, felicidad, amistad, ropa, comida, que a veces nos olvidamos de la fugacidad de todo esto. Bill Gates dijo, "dejemos de vivir como si fuésemos a vivir 500 años". La ambigüedad de la frase se puede tornar en cualquier dirección que desees,medio ambiente, vida, muerte, pero el mensaje es el mismo.
Que tire la primera piedra aquel que jamás se haya acojonado con la idea de no volver a existir jamás. Leyendo por blogs he visto a gente que realmente esta idea les aterra y no pueden casi vivir con normalidad. Y si hubiesen tenido a alguien que simplemente les explicase que, cuando te mueras, ya no serás consciente de la muerte, del vacío, porque no sentirás nada, y atormentarse con la idea no lleva a ningún lado, probablemente, esto no pasaría.
Solo una cosa es importante, lidiar con el momento inevitable mientras construyes tu tragicomedia de 90 años, en los mejores casos.

4 de marzo de 2013

Hell fires

Despertarte horrorizada con la idea de que aun sigues enganchada a él como una droga, aunque sea mentalmente. Tratar de todas las maneras de sustituir algo insustituible.

Pero peor es la idea de saber que nunca volverás a ello. Porque no puedes, porque no quieres, porque duele demasiado y ya han sido excesivos los intentos.

Pero de todo, de todo, la peor idea es saber que quieres el que hubo, no el que es ahora.

Y no hay manera de remedio de este sentimiento bipolar, que te consume desde que te levantas y por la noche no deja conciliarte el sueño.

Porque no hay remedio posible. Mientras haya el mínimo recuerdo, no hay salvación.