19 de enero de 2011

walking down the street at 8 am

Es curioso, como cada día empieza de la misma forma pero acaba de la más inesperada manera. Te levantas, te vistes, te pones los auriculares y recorres las mismas calles, a la misma hora, con el mismo frío hasta llegar a tu destino.
Te paras. Por un momento te preguntas infinidad de cosas que no vienen al cuento, pero si estas allí, y no en otro lugar, será por algo. –Relájate. Sólo son las 8 de la mañana-. Dices.
Allá empieza otro día.
Pero cuando realmente creías haberlo visto todo, imaginar lo inimaginable, y creer lo imposible, el día te brinda otra irónica sonrisa. Te das cuenta entonces, que la gente sigue mintiendo, el amor sigue engañando, las sonrisas esconden lágrimas y las lágrimas palabras, sentimientos, que nunca te vas a atrever a contar.
Pero tu, te plantas frente a todo y con tu mejor sonrisa dices
–Solo es otro día que acaba-

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