3 de noviembre de 2011

loveless

Olvidar con cada gota un minuto.
Cada trago que va dando es un día menos que recuerda.
No quiere saber donde esta, ni a donde ha ido.
No quiere recordar el pasado
Duele demasiado ver lo que hubo y lo que se ha ido.

Vuelve a ello aun sabiendo que no es sano. Son tan efímeros los momentos de felicidad y tan largas las depresiones. Y dentro del mismo sufrimiento vuelve a deleitarse con minutos de gloria en aquella ya dañada memoria.

El camino esta lleno de fallos, y los fallos se convierten en besos y ello la lleva a la adicción. Quiere dejarlo pero su mano la retiene fuerte y sus ojos inspiran compasión. Se derrite y vuelve a probarlo, una vez más. 
Es débil, aunque irradia fuerza por doquier. La mente no se controla, de los actos no responde, ve el fin y sabe que hay que salir.

Duele un adiós, pero más aun una lágrima por día.

Estoy hablando de la droga mas peligrosa consumida por todos; el amor.