"Las chicas prefieren a los chicos malos".
Dicho siempre por chicos buenos y la mayoría de las chicas. Bueno, es verdad. Cada chica quiere a su chico malo,¿ quién nunca ha fantaseado acerca de la típica escena del cachas ligón bajando de la moto agarrándote por la cintura y besándote con fuerza enfrente de las emobadas miradas del resto de tus amigas a la vez que se les cae la baba...? Si, suena a cliché, de risa, de americanada de los noventa, pero chicas, es así. Y es por una simple razón, el chico malo es la personificación de la libertad, de un alma salvaje, tan salvaje como un corcel indomable al cual, el vaquero quiere montar a toda costa y demostrar su valía. Así es como vemos a los "chicos malos", libres seres vagando y destruyendo corazones con solo un guiño, y tenemos una impetuosa necesidad, diría que innata para la mayoría de las hembras, de intentar domarles haciéndoles suyos y luego pasearles como trofeos personales diciendo, si, es mio, domesticado. Y sentirse orgullosas.
Pues sois inmaduras y caprichosas, mujercitas mías que intentáis esto. Deseáis domar a un león para que se comporte como un gatito y acabará por arañaros más que la simple piel. La libertad es soledad y el ser humano por naturaleza no puede vivir solo, solo cabe dar tiempo al león jóven e inexperto que se quiere quedar con la manada de hembras más "guapas", a que el tiempo le madure y la sabiduría venga a él, entonces, y solo entonces, él mismo vendrá a vosotras con la cabeza gacha pidiendo un poco de cobijo bajo vuestros delicados y cariñosos brazos.
Si os merece la pena, esperad a que se sacie, pero nunca os apropiéis de algo que no os pertenece, vosotras mismas seréis las que saldréis perdiendo.
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