21 de enero de 2014

Rise up


Ayer retrocedimos cuarenta años en el tiempo.

Luchamos por unos ideales que aparentemente estaban claros.
Luchamos, porque confiamos en las personas que nos tendieron la democracia, y sin embargo nos ataron con esposas a un barril autocrático que nos sume en las tinieblas del fondo marino.
La humanidad retrocedió en la evolución cuando el camarada se enfrentaba contra el camarada, y reprimía ferreamente la libertad de expresión;cuando dejamos de apoyarnos entre el bajo y el medio, entre el que usa las esposas y el que usa el agua contra el fuego...en vez de combatir juntos contra un único enemigo.
Retrocedió la evolución por que la verdad ya no tiene valor y la justicia se ha impuesto un precio.
El que carece de papel-no tiene dignidad, no tiene ya salud. La boca de las mujeres ha vuelto a ser cosida y su intimidad es la decisión de todos. Sexo débil, dicen.
Hemos vuelto a ver pasear por la misma calle a Chanel y a una manta de cartón.
Ya no somos nadie a la vez que todo lo somos.
Para ellos somos un medio, un mero medio al que llegar a su fin, cuando otros no llegan ni a fin de día.
Hemos retrocedido en el tiempo.

Como antaño nos dejamos intimidar, pisotear, obligarnos a.
Volvemos a ser unos críos para ellos, con una hora de llegada determinada y silencio con las palabras que se salgan del marco establecido.
Ayer, nos dejamos vencer, mientras ellos salen en la caja mágica alegando que estamos saliendo de la mierda, cuando en la cima están ellos asegurándose de no pisarla, hundiéndonos cada vez más hondo.
Nos han vencido.
¿Nos han vencido?
No...
A lo lejos, en la noche, como el eco de un murmuro,
como una bomba estallada en tierra nazi por los aliados
una ráfaga de luz brillante vista desde el cielo
una estrella en la tierra diciendo un leve "booom".... y a los cinco kilómetros otro eco de la misma, ¡y a los veinte un eco de las dos precedentes!, ¡¡y a los ciento veinte un eco más agudo de las tantas anteriores!!
Seremos el pueblo despertando, alzando nuestra voz, el puño en alto con granadas de rabia en el otro.
Será el gigante a pie yendo, con paso firme y decidido, a saldar cuenta con aquellos que durante años nos han reprimido.
No tendremos papeles, pero tendremos ideales
no tendremos comida, pero saciaremos la sed de justicia
tendremos la boca cosida, pero fuertes serán los golpes.
Después de aquella noche, jamás diréis que son el sexo débil.
Tengo fé atea en el nuestro ser humano. Será el día y dará el golpe el cual nadie habrá vaticinado. No será de dios, el azote será del pueblo.
Sé que llegará el día, por que aun no nos han vencido.


19 de enero de 2014

Bad boys, bad boys

"Las chicas prefieren a los chicos malos".
Dicho siempre por chicos buenos y la mayoría de las chicas. Bueno, es verdad. Cada chica quiere a su chico malo,¿ quién nunca ha fantaseado acerca de la típica escena del cachas ligón bajando de la moto agarrándote por la cintura y besándote con fuerza enfrente de las emobadas miradas del resto de tus amigas a la vez que se les cae la baba...? Si, suena a cliché, de risa, de americanada de los noventa, pero chicas, es así. Y es por una simple razón, el chico malo es la personificación de la libertad, de un alma salvaje, tan salvaje como un corcel indomable al cual, el vaquero quiere montar a toda costa y demostrar su valía. Así es como vemos a los "chicos malos", libres seres vagando y destruyendo corazones con solo un guiño, y tenemos una impetuosa necesidad, diría que innata para la mayoría de las hembras, de intentar domarles haciéndoles suyos y luego pasearles como trofeos personales diciendo, si, es mio, domesticado. Y sentirse orgullosas. 
Pues sois inmaduras y caprichosas, mujercitas mías que intentáis esto. Deseáis domar a un león para que se comporte como un gatito y acabará por arañaros más que la simple piel. La libertad es soledad y el ser humano por naturaleza no puede vivir solo, solo cabe dar tiempo al león jóven e inexperto que se quiere quedar con la manada de hembras más "guapas", a que el tiempo le madure y la sabiduría venga a él, entonces, y solo entonces, él mismo vendrá a vosotras con la cabeza gacha pidiendo un poco de cobijo bajo vuestros delicados y cariñosos brazos. 
Si os merece la pena, esperad a que se sacie, pero nunca os apropiéis de algo que no os pertenece, vosotras mismas seréis las que saldréis perdiendo.